Parque Lezama: Las rejas de la discordia
El 14 de febrero la Defensoría del Pueblo convocó a las partes involucradas en el conflicto por las obras del Parque Lezama, asistió la Comisión vecinal Parque Lezama, otras voces del parque y el GCBA a una mesa de mediación propuesta por la defensoria.
De parte del Ministerio de Ambiente y Espacio Público estuvieron presentes Nicolas Quintana, director de espacios verdes junto a equipo técnico y arquitectos.
Después de más de 2 horas de reunión los funcionarios del GCBA se comprometieron a presentar en la próxima reunión:
- Las denuncias que avalen los dichos de vandalismo recientes
- La autorización de la Comisión Nacional de Museos que afirman tener.
- La proyección de finalización de obras (fecha)
- Resolver el problema de la iluminación en el parque mientras duren las obras
- Terminar cuanto antes las veredas de todo el perímetro del parque.
- Trabajar en buscar concenso para un Plan de Manejo Participativo
Finalmente se comprometieron a 'no avanzar en las obras de enrejado' hasta la próxima mediación que es el 23 de Febrero.
En la asamblea de vecinos posterior a la mediación decidieron continuar con las actividades convocadas para el fin de semana y con las asambleas todos los días a las 17 horas.
También se resolvió suspender momentáneamente las guardias vecinales hasta el próximo 23 de Febrero.
Desde la Comisión vecinal Parque Lezama destacan que "Los vecinos organizados logramos un paso importante en esta lucha haciéndonos escuchar y defendiendo nuestro derecho a un parque libre (sin rejas) y en buenas condiciones".
Por su parte, el presidente de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, Jaime Sorín, rechazó la idea del Gobierno porteño, expresando que “la reja responde a otro interés: la mudanza de edificios gubernamentales frente al Parque. Se mudan el Ministerio de Planeamiento y el Instituto de la Vivienda de la Ciudad. No sería extraño que busquen restringir espacios abiertos frente a edificios a los que suelen movilizarse vecinos para sus demandas”.
Desde la asociación vecinal Mirador de Lezama aseguran que llevan diez años reclamando obras: “Fue abandonado a su suerte por todos los gobiernos y esto generó que fuera territorio fértil para el vandalismo. Lamentablemente, hoy sin rejas sería imposible proteger este parque de ocho hectáreas; consideramos que son parte esencial de la puesta en valor”, explicó el arquitecto Alberto Martínez.
Rejas sí, rejas no, es la historia de nunca acabar, lo cierto es que el parque debe ser protegido ya que de otra manera no se puede cuidar el césped, las obras de arte, el mobiliario, la limpieza, ni la seguridad de los vecinos. Por ejemplo, el día que se realizó el festival de fuegos artificiales en La Boca, tuvimos que volver caminando hasta la estación Constitución para poder viajar y al pasar frente al parque, por la calle Brasil, había un grupo de diez o doce hombres con el torso desnudo y muy alcoholizados que provocaban a la gente que pasaba por el lugar.
Eduardo Luna - Publicada el Martes 17/02/15 - 3008 caracteres
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