El pan dulce navideño

Cuenta una leyenda que el panettone o pan dulce navideño nació en la corte del duque Ludovico Sforza, señor de Milán, conocido como "Il moro". Se dice que el Duque celebró la Navidad de 1495 con una gran cena, llena de deliciosos platos, dignos de los nobles milaneses presentes. El postre iba a ser la natural conclusión de tan lujoso banquete, sin embargo, al momento de sacarlo del horno, el cocinero se dio cuenta que se había quemado.

Debido a ese percance, hubo un gran alboroto en la cocina, hasta que el lavaplatos, llamado Toni, propuso al cocinero servir como postre un pan dulce, relleno de fruta confitada y mantequilla, que había elaborado a escondidas para consumir él y fue llevado inmediatamente al Duque. El postre tuvo un enorme éxito y Ludovico preguntó al cocinero quién lo había preparado. El cocinero presentó al Duque al joven Toni, quien confesó que ese postre todavía no tenía nombre. El señor entonces decidió llamarlo “Pan de Toni”, que con los siglos se convertiría en panettone.

Pasaron los años y en la mayoría de los países del mundo entero se consume el típico pan dulce, con diferentes variantes, sumado a las confituras navideñas y acompañando el brindis.

Como todos los años, en los supermercados hay una gran variedad de dulzuras para la mesa navideña y de fin de año, pero los altos precios que se ven en las góndolas, han influido en el presupuesto de los argentinos y deberán recorrer para conseguir los mejores precios.

Según relevamiento de las distintas cadenas de supermercados, los citados productos han sufrido un aumento del 40%, con respecto al 2014. El precio del pan dulce va desde los $21 (marca Festiva) a $ 84 (Canale Veneciano). Las sidras y champagne tuvieron un incremento de aproximadamente un 30% y las confituras (turrones, almendras, avellanas, nueces, garrapiñadas, etc) aumentaron, con respecto al año pasado, entre un 28% y un 42%.

Increíblemente, ese tipo de dulces que consumimos para las fiestas son tradicionales en Europa, debido a las bajas temperaturas que se registran en esa época del año, cuando es invierno, pero en nuestro país, estamos en el caso contrario, verano y altas temperaturas e igual las consumimos. Tal vez sería lógico poner en nuestras mesas algo más refrescante como pueden ser las frutas frescas de estación o helado, pero, claro está que también esos productos han aumentado considerablemente, así que cada uno, de acuerdo a su presupuesto, elegirá lo más conveniente.

Susana Espósito - Publicada el Martes 24/11/15 - 2478 caracteres