Las dos caras de la moneda
Está a punto de finalizar "la década ganada" de Cristina y a pesar de la igualdad que predica, la realidad indica lo contrario, en muchos aspectos.
Es fácil de ver el trato desigual que se les da a los Pueblos originarios y a los ex combatientes de Malvinas, ambos grupos acampando, esperando ser recibidos por ella y otro es el trato preferencial a integrantes de la Cámpora, que están presentes, dentro de la Rosada y la siguen a cualquier lugar que vaya, (me pregunto: esa gente, cuándo trabaja?).
Esas son las dos caras de la moneda.
Los ex conscriptos de Malvinas agrupados en la Asociación Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS), tienen su carpa en plena Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, desde hace más de siete años. Reclaman ser reconocidos como veteranos de la guerra de Malvinas, pero para la presidente parece que son invisibles.
Si bien el Estado Mayor del Ejército los ha incluído en la lista de ex combatientes, en el Ministerio de Defensa no los quieren reconocer. La Corte Suprema ya falló a favor de ellos, que simplemente reclaman lo que dicen que les corresponde.
Para esclarecer e informar de qué se trata el reclamo, les hemos preguntado y nos contaron que aunque ese grupo no viajó a las islas Malvinas, cumplió funciones de defensa en las bases militares que estaban en la costa patagónica. Según un fallo de la Corte Suprema, el sólo hecho de haber estado expuestos al posible fuego británico alcanza para considerarlos veteranos de guerra, más allá de si estuvieron en el continente o en las islas. Si se los reconoce, podrán empezar a cobrar el subsidio que ya perciben los ex combatientes.
El otro caso, es el acampe de los Qom, los Wichi, los Pilagá y los Nivaclé, en la intersección de la avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo, que lleva más de seis meses y a la que en estos días se sumó más gente.
Estos pueblos originarios reclaman por sus tierras, que les devuelvan el territorio que les sacaron y además, que de una vez lleguen la salud, la educación y los servicios sanitarios a sus pueblos, pero la presidente nunca los recibió y Jorge Palomo, vocero de los Wichi manifestó que conserva la esperanza de ser recibidos, antes que la presidente termine su mandato y también están pensando otras medidas de protesta.
Actualmente, están en ese acampe unas 65 personas, que mientras esperan en forma pacífica y paciente, trabajan elaborando sus típicas artesanías, que luego venden.
Ya habían realizado este acampe en otras oportunidades y fueron obligados a retirarse, por la policía.
Tal vez tengan la suerte de ser recibidos en estas semanas, porque seguramente, la presidente recuerde que ellos también votan y por eso, tal vez les dé la posibilidad de ser escuchados e incluso alguna respuesta positiva a los reclamos.
Susana Espósito - Publicada el Martes 25/08/15 - 2786 caracteres
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