El obelisco no es el Everest, pero...

El miércoles 26 de agosto, un hombre de 35 años transgredió la reja que resguarda al Obelisco y luego de forzar la puerta que permite el ingreso al ícono porteño, comenzó a subir, pero a mitad de camino, parece que le dio vértigo y quiso bajar.

El hombre llevaba puesto un gorro de la Unión Soviética y según algunos trascendidos, expresó que subir al obelisco era cumplir su sueño, e incluso parece que su objetivo era colgar en lo más alto del mismo, una bandera, que no llevaba encima.

Cuando estaba en la mitad de la escalera por la que pretendía llegar a la punta del obelisco, sintió temor, no se animó a seguir subiendo y tampoco a descender. Tuvieron que asistir al lugar, efectivos de la Policía Metropolitana, bomberos y el SAME.

Dos rescatistas debieron entrar a auxiliarlo y finalmente lo convencieron y ayudaron a salir. Luego se lo acostó en una camilla y se le hicieron controles de rutina para verificar su estado y detectar si además estaba bajo el efecto de alguna sustancia.

Es una locura que alguien pueda acceder al Obelisco y nadie lo vea ni lo detenga, estando emplazado en el cruce de dos de las avenidas más importantes y más transitadas de la ciudad. Habrá algún tipo de penalización o se le dejará pasar y de esa manera incentivar a otros, para que intenten lograr lo que este hombre no pudo.

Como perlita, es importante recordar que el obelisco porteño, mide 67,5 m de altura y conmemora la llegada de Pedro de Mendoza en 1536. Fue proyectado por el arquitecto Alberto Prebisch e inaugurado el 23 de mayo de 1936.

Cuentan que un obrero que trabajó en la construcción del mismo cayó por el hueco interno del Obelisco, cuando un rayo hizo temblar la estructura y algunos aseguran que en las noches de tormenta se lo escucha gritar.

Dicen que no hay que creer en fantasmas pero que los hay, los hay y probablemente, este hombre que ingresó sin que lo inviten, tal vez se encontró con ese fantasma que no le permitió seguir escalando "su Everest porteño", nuestro Obelisco.

Susana Espósito - Publicada el Viernes 28/08/15 - 2030 caracteres