Evita en el recuerdo de los argentinos
El 7 de mayo de 1919 nacía en la localidad de Los Toldos, provincia de Buenos Aires, María Eva Duarte, quien este jueves cumpliría 96 años.
Fue hija de Juan Duarte y Juana Ibarguren, anotada como Eva María Ibarguren (partida modificada durante el gobierno de Edelmiro J. Farrell y antes de contraer matrimonio con Juan Perón, modificando su apellido por Duarte y sus dos nombres invertidos en el orden).
Su padre era un estanciero e importante político conservador de Chivilcoy, una ciudad cercana a Los Toldos y su madre era de orígen humilde, hija de la puestera criolla Petrona Núñez y del carrero Joaquín Ibarguren.
Juan Duarte tenía una familia legítima, estaba casado con Adela D´Huart, con quien tuvo seis hijos y la familia ilegítima con Juana, quien le dio cinco hijos, siendo Evita la más pequeña.
Al morir Juan Duarte, Juana asistió al velatorio para despedirlo, junto con los cinco hijos y fueron echados por su legítima esposa. Eso quedaría grabado en la memoria de Evita e incluso la diferencia de clases sociales a las que pertenecían ambas familias, tal vez la impulsaron a luchar por los humildes y despreciar a la oligarquía, aunque claro está, que durante sus años junto a Perón, vivió como una reina.
Evita llegó a Buenos Aires cuando tenía quince años y se dedicó al radioteatro y al cine, sin haberse destacado. Conoció al General Perón en el Luna Park, en 1944, cuando se realizó un acto solidario para ayudar a la provincia de San Juan que había sufrido un terremoto y se juntaron fondos para dicho fin.
En 1945 se casó con Juan Domingo Perón y la primera dama fue Presidenta del Partido Peronista Femenino, Presidenta de la Fundación Eva Perón y Jefa Espiritual de la Nación.
Ya casados, Evita participó activamente en la campaña electoral de su marido en 1946, siendo la primera mujer argentina en hacerlo.
Impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949.
En ese año fundó el Partido Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte.
Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida a los grupos más carenciados. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños mediante campeonatos que abarcaron a toda la población, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas.
En 1951, para las primeras elecciones presidenciales con sufragio universal, el movimiento obrero propuso a Evita, como la llamaba la población, como candidata a vicepresidenta, sin embargo ella renunció a la candidatura el 31 de agosto, conocido como el Día del Renunciamiento, presionada por las luchas internas en el peronismo y la sociedad ante la eventualidad de que una mujer apoyada por el sindicalismo pudiera llegar a vicepresidenta.
Debido a un fulminante cáncer de útero, falleció el 26 de julio de 1952, a la edad de 33 años. Recibió honores oficiales siendo velada en el Congreso de la Nación y en la central sindical (CGT), con un reconocimiento multitudinario sin antecedentes en el país. Su cuerpo fue embalsamado y ubicado en la CGT. La dictadura cívico-militar autodenominada Revolución Libertadora secuestró y profanó su cadáver en 1955, ocultándolo durante catorce años. Había sido sepultada en Milán-Italia, con el nombre María Maggi de Magistris.
Los militares falsificaron los papeles de la muerta con el nombre de María Maggi de Magistris y fue cubierta con papel negro, embarcado en el buque italiano Conte Biancamano, con destino a Génova. Con él viajaba el falso Carlo Maggi, supuesto hermano de María y el falso Giorgio Magistris supuesto esposo de la muerta. El cuerpo fue trasladado en una furgoneta de golosinas y enterrado en un cementerio de Milán hasta 1971.
Perlita: “El cajón que habían conseguido para el traslado era enorme, y el cuerpo Evita demasiado chico. Para que no se bamboleara tuvieron que rellenarlo con polvo de ladrillo, con la mala suerte de que en el puerto estaban embarcando también el cadáver de un director de orquesta famoso, Arturo Toscanini. Pesaron las dos cajas: la de Toscanini marcó 120 kilos, la de Eva, casi 400. Cuando los envíos llegaron a Génova la diferencia de peso hizo entrar en sospechas a los agentes aduaneros. Pensaron que estaban contrabandeando armas o alguna otra cosa. Por fortuna, en el puerto estaba esperándonos monseñor Giulio Maturini, superior de la orden de San Pablo. Fue él quien intervino para que no se abriera el cajón. Les dijo a los agentes aduaneros que cometerían sacrilegio y así los disuadió".
(Este párrafo fue extraído de una nota publicada por el Diario La Nación en julio de 2002)
En 1971 le entregaron el cuerpo a Perón, que estaba radicado en España. El regresaría a la Argentina casi dos años después, fue elegido presidente por tercera vez y no finalizó su período presidencial porque falleció el 1° de julio de 1974.
La tercera esposa de Perón, María Estela Martínez, hizo repatriar los restos de Evita, que descansan en la bóveda familiar de los Duarte, en el Cementerio de Recoleta, donde siempre la visitan argentinos y extranjeros que la han admirado y amado. En las fechas en que se recuerda su natalicio o el día de su muerte, pueden observarse gran cantidad de ofrendas florales, fotografías y cartitas que le dejan en su lugar de descanso.
Susana Espósito - Publicada el Jueves 07/05/15 - 5572 caracteres
|