Paseo por la Costanera Sur
Desde el sábado 21 de febrero, se restringirá el tránsito en la Costanera Sur, todos los fines de semana, entre las 8 y las 22, para que se pueda disfrutar de este espacio al aire libre, a pie y sin preocuparse por la circulación de vehículos. La misma medida se implementará los días feriados.
El tramo donde se restringe el ingreso de vehículos es desde Giralt y Achával Rodríguez, entre las calles Mariquita Sánchez de Thompson y la Fuente de las Nereidas, en Achával Rodríguez y Padre Migone.
Esta iniciativa del Gobierno de la Ciudad tiene como objetivo que tanto peatones como ciclistas puedan disfrutar, caminar, pasear a lo largo de estos dos kilómetros.
Según otros trascendidos, otro de los objetivos del gobierno es alejar a los trapitos, que exigen dinero a la gente para poder estacionar y disfrutar un día de pic nic en familia. De acuerdo a comentarios de algunas personas que este fin de semana disfrutaban en la costanera, los trapitos piden hasta $60 por estacionar en esa zona y alrededores de la Reserva Ecológica.
Los dueños de los concurridos carritos del lugar, tienen opiniones divididas: algunos dicen que el cierre de calles los fines de semana, les resta clientes y otros lo ven bien.
Los asiduos concurrentes a la Costanera también tienen diversas opiniones: algunos prefieren caminar unas cuadras desde donde dejan su auto y no tener que pagar a los trapitos y a otros les molesta tener que dejar el auto a unas cuadras, es difícil conformar a todos.
Queda en el recuerdo este paseo que fue uno de los preferidos de la aristocracia porteña, al igual que el Rosedal de Palermo.
Era común ver a las familias paseando en mateos o caminando por el lugar, elegantemente vestidos. También el río no estaba tan contaminado como en la actualidad y la gente se bañaba en él y tomaba sol. Por la noche concurrían a dos emblemáticas cervecerías: la Antigua Cervecería Munich o Brisas del Plata, muy concurridas por los porteños.
En la actualidad, cambiaron las modas, las costumbres y también el paisaje arquitectónico, que hoy nos muestra altos rascacielos de Puerto Madero, que emergen altivos mirando nuestro río color de león.
Susana Espósito - Publicada el Martes 25/02/15 - 2167 caracteres
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