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El destino de la Villa Ocampo
Por decisión de la UNESCO, la casa de San Isidro que les donara la escritora Victoria Ocampo, en 1973, seis años antes de su muerte, pasaría a manos de la secretaría de Cultura para la creación del Centro Internacional sobre Políticas de Diversidad Cultural, Desarrollo y Creatividad.
Se argumenta que es necesario utilizar la Villa Ocampo de forma más estratégica y con una mejor relación costo/eficacia. Si bien el organismo internacional conservaría la propiedad de la Villa, le otorgará al Estado la casona y el predio en "préstamo de uso" para la creación de un "centro de categoría 2" bajo los auspicios de la Unesco. No se especifica un plazo y se estipulaba que la cesión era gratuita, aunque los costos de mantenimiento quedarían a cargo del Gobierno.
Aparentemente, el factor económico dentro de la Unesco, a nivel global, fue determinante para desprenderse de la administración de Villa Ocampo.
Había cierto malestar por esta decisión que no respetaría el deseo de la escritora, cuando decidió donar esa propiedad con cierta finalidad que ahora no sería tomada en cuenta. Distintas personalidades vinculadas con la historia y la conservación de Villa Ocampo, como Ivonne Bordelois, Sonia Berjman, Rosa Zemborain, entre otros, manifestaron una "gran preocupación" por el futuro de la casa y el destino de su patrimonio. Expresaron que la responsabilidad sobre la casa "es tarea de la Unesco" y que "no puede ser delegada a un tercero, y mucho menos al Estado, ya que así lo pidió explícitamente Victoria Ocampo".
Por su parte, Fabio Grementieri, especialista en patrimonio y director del Programa de Preservación en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), la decisión de la Unesco "desnaturaliza y no respeta el legado de Victoria Ocampo".
La mansión de San Isidro, que en un principio fue la casa de vacaciones de la familia y luego pasó a ser la quinta de fin de semana, terminó convirtiéndose en la residencia estable de Victoria hacia la década del 40.
La casa fue construída en 1891, responde al estilo pintoresquista inglés, con varias influencias, entre ellas del Norte de Francia. Consta de tres plantas de unos 450 m2 cada una, más un sótano y una importante galería de unos 80 m2. La casa está rodeada por un legendario jardín que constaba de unas 10 hectáreas a fines del siglo XIX y hoy tiene unos 10,000 m2. La casa tenía instalación eléctrica desde su construcción, comodidad muy rara en esa época.
Allí eran invitados prestigiosos intelectuales argentinos y extranjeros como Graham Greene, Roger Caillois, Waldo Frank, Alfonso Reyes, Albert Camus, André Malraux, Aldous Huxley, Le Corbusier, Octavio Paz, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Maurice Ravel, Walter Gropius y Jorge Luis Borges, entre otros, que visitaban a Victoria y todos lucharon por la posibilidad de un pensamiento liberal, en una época en la que los países latinoamericanos tambaleaban tironeados por gobiernos militares y depresiones económicas.
En 1947 la casa sufrió un incendio. Victoria decía: “Todos los libros de la biblioteca, abajo, y las sillas y las mesas, etc, han quedado reducidos a ceniza... Todos los libros de mi padre y parte de los míos se han quemado”.
En 2003, la UNESCO, con la colaboración del Estado argentino y la municipalidad de San Isidro, comenzó los trabajos de recuperación y restauración que permitió recuperar el espíritu de Victoria Ocampo y abrir el lugar al público.
Cuando todo indicaba que la decisión de la UNESCO se concretaría, el sábado 23 de marzo, el secretario general de la presidencia Oscar Parrili difundió un comunicado en que señala que la presidenta Cristina Kirchner ordenó a la secretaría de Cultura suspender las conversaciones para crear un Centro Internacional sobre políticas de Diversidad Cultural, Desarrollo y Creatividad en Villa Ocampo, "con el fin de no desnaturalizar el legado de Victoria Ocampo, ni de someterla a vaivenes políticos ni ofender a aquellos que hoy se consideran los seguidores de su pensamiento y legado".
Victoria Ocampo, nació en Buenos Aires el 7 de Abril de 1890; en el seno de una familia de la alta sociedad porteña, con una marcada tradición cultural.
Educada en La Sorbona surgió su respeto por la cultura europea e intentó compartirla e introducirla en un clima social y cultural no siempre abierto a aceptar la oferta.
Fue fundadora y directora de una de las más importantes revistas literarias en español, "Sur", que se inició en enero de 1931 y a la que imprimió el sello de su personalidad durante el resto de su vida. A través de su revista, hábil descubridora de talentos, dio a conocer en nuestro continente a numerosos escritores y hombres de la cultura del viejo mundo, y viceversa.
Otra de las debilidades de Victoria fue la arquitectura y la mayoría de las viviendas que habitó, tuvieron el mismo destino, lugares dedicados a la cultura, como ella quería.
Esta mujer, amante y pionera de la arquitectura moderna, encargó al arquitecto Alejandro Bustillo que le construyera su residencia racionalista en la calle Rufino de Elizalde 2831, en la zona conocida como Barrio Parque (Palermo), a la que el maestro suizo-francés, Le Corbusier alabó durante su visita en 1929. Fue la primera vivienda racionalista en Buenos Aires.
Desde el 15 de mayo de 2003 la casa de Ocampo alberga la sede del Fondo Nacional de las Artes, que en esa fecha fue inaugurado por Amalia Fortabat y Barney Finn.
Otra de las mansiones:
En el año 1912, Manuel Ocampo, padre de Victoria, adquirió en Mar del Plata, una casa construida totalmente de hierro y madera, elementos traídos directamente de Inglaterra, a manera de casa prefabricada, de sencilla y práctica edificación., de estilo pintoresquista, rodeada de jardines, que fue el lugar de veraneo de la familia y posteriormente, se convirtió para Victoria en un espacio de reuniones a las que asistían Igor Stravinsky, Rabindranath Tagore, Eduardo Mallea, Jorge L. Borges, Bioy Casares y Gabriela Mistral, entre sus invitados.
La casona está úbicada en la manzana que rodean las calles Arenales, Lamadrid, Saavedra y Matheu, en la antigua Loma del Tiro de la Paloma, hoy denominado el barrio Los Troncos, uno de los más elegantes de Mar del Plata.
Victoria heredó de su padre esa casa, que ella decidió donar a la UNESCO en el año 1973 y años después fue comprada por la Municipalidad de General Pueyrredón para ser utilizada como centro cultural. Hoy brinda constantes homenajes a la escritora mediante modernos medios digitalizados y ofrece, además, obras teatrales, cursos, recitales y espectáculos al aire libre (en verano).
Tres casas, tres historias y los fantasmas de la cultura que siguen viviendo en ellas.
Susana Espósito - Publicada el 04/04/14 - 6654 caracteres
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