Sigue el vandalismo en plazas

Esta semana le llegó el turno a la escultura del ciervo, emplazada en Plaza Seeber, Parque 3 de Febrero, en el barrio de Palermo, que apareció una mañana sin los cuernos y la cola.

El ciervo es una obra del escultor francés, Arthur Leduc y se luce en la mencionada plaza, situada en avenida del Libertador y Sarmiento.

La Dirección General de Espacios Verdes fue la encargada de informar a la Administración del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, que el día 2 de diciembre fue descubierto este nuevo acto de vandalismo.

El gobierno porteño gasta hasta 7 millones de pesos por mes -casi 84 millones de pesos al año- para reparar daños en monumentos, frentes de edificios públicos, cartelería urbana y juegos de plazas, entre otros. La cifra incluye también los gastos que ocasiona la reposición de cestos de basura robados y la quita de afiches y pegatinas varias.

También el Monumento a España, en Costanera Sur, que ya estaba demasiado dañado, volvió a ser víctima de vandalismo.

El monumento había sido encargado por el gobierno nacional al escultor argentino Arturo Dresco en gratitud a España, con motivo del Centenario, e inaugurado en 1936 por el intendente Mariano de Vedia y Mitre.

Se trata de una gran composición escultórica que cuenta con 29 figuras de bronce que representan el descubrimiento, la conquista, la evangelización y la colonización españolas. Algunas de ellas tienen los brazos y piernas mutilados o los dedos cortados. A algunos sacerdotes les arrancaron los instrumentos musicales y a algunos militares, la espada.

El Ministerio llamará a licitación para tratar de reparar y rescatar este bellísimo monumento que lamentablemente no muchos conocen por estar en una zona que no es de las más transitadas por porteños y turistas.

Es probable que una vez restaurado se coloque una reja perimetral o un blindex de protección, para impedir que se reiteren las continuas vandalizaciones que ya sufrió la estatua. Todavía no está estimado el monto que insumirá su recuperación, aunque a juzgar por lo que puede observarse a simple vista, seguramente sea un costo elevado.

Esperemos que logren recuperarlo y que la gente tome conciencia que los espacios públicos y sus monumentos son de todos, aunque claro está que por unos pocos inadaptados que los rompen o roban, también somos todos, los que debemos pagar los gastos devengados de reparaciones y reposiciones.

Susana Espósito - Publicada el Viernes 05/12/14 - 2538 caracteres