El agua, recurso natural vital
El agua es un recurso de la naturaleza fundamental para el desarrollo de la vida humana, vegetal y animal, por ello es necesario aprender a cuidarla.
Si bien cubre el 71% de la corteza terrestre, el 96,5 % del agua total se concentra principalmente en los océanos, el 1,74% en glaciares y casquetes polares, el 1,72% en glaciares continentales y el 0,04% restante se reparte entre lagos, ríos, embalses.
El acceso al agua potable se ha incrementado durante las últimas décadas en la superficie terrestre. Sin embargo estudios de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), estiman que uno de cada cinco países en vías de desarrollo tendrá problemas de escasez de agua antes de 2030; en esos países es vital un menor gasto de agua en la agricultura modernizando los sistemas de riego.
Por diversos motivos, la disponibilidad del agua resulta problemática en buena parte del mundo, y por ello se ha convertido en una de las principales preocupaciones de gobiernos en todo el mundo.
Actualmente, se estima que alrededor de mil millones de personas tienen un deficiente acceso al agua potable. Esta situación se agrava por el consumo de aguas en malas condiciones, que favorece la proliferación de enfermedades y brotes epidémicos.
Además de precisar los seres humanos el agua para su existencia también es necesaria para su propio aseo y la limpieza. Se ha estimado que los humanos consumen directamente o indirectamente alrededor de un 54% del agua dulce superficial disponible en el mundo.
Los malos hábitos en el uso del agua y el aumento de la población a nivel mundial ha provocado que las autoridades realicen campañas por el buen uso del agua. Actualmente, la concienciación es una tarea de enorme importancia para garantizar el futuro del agua en el planeta.
En el Informe de la Unesco sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo (WWDR, 2003) de su Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos (WWAP) predice que en los próximos veinte años la cantidad de agua disponible para todos disminuirá al 30%.
Consumir lo necesario es un derecho, pero también debemos ser concientes de algunas cosas que habitualmente hacemos con el agua y significan un derroche innecesario:
En una ducha de 10 minutos se consumen entre 70 y 100 litros de agua.
En el lavado de manos, 1,5 litros.
La descarga del inodoro representa 16 litros de agua.
Un lavado de lavarropas consume de 100 a 200 litros, según el programa.
El derroche es enemigo de todos y por eso cuidemos y hagamos cuidar el agua.
Si ves que el encargado de un edificio deja abierta el agua para usar la manguera y se pone a conversar con alguien o hacer otra cosa, decile de buena manera que cierre la canilla.
Si una canilla de tu casa o el inodoro tienen pérdida, tratá de hacerlo arreglar, porque sumadas esas gotas, al final de día representan varios litros.
Estos son solo dos ejemplos, pero hay muchos más que podemos descubrir a diario y si prestamos atención y nos concientizamos de la importancia que tiene el agua para la vida, seguramente seremos capaces de cuidarla.
Pocos saben que para que el agua potable llegue a nuestros hogares, tiene que pasar por un largo proceso:
Todo comienza en la Planta potabilizadora, con la Capitación: es cuando se toma el agua del Río de la Plata y luego continúa la elevación, mediante electrobombas que elevan hasta 3.100.000 litros de agua por día, a una altura de 12 metros y permite hacer su recorrido en la planta de gravitación.
Continuamente se realizan ensayos en el laboratorio que determinan la dosificación de coagulante (compuesto de sulfato de aluminio), que elimina aproximadamente un 90% de arcilla y un 95% de bacterias. La arcilla posee una carga eléctrica negativa y al agregar el coagulante, que tiene carga eléctrica positiva, se produce una atracción física que permite la decantación. Esto se produce en los decantadores que son grandes piletones, donde el agua permanece dos horas en estado de quietud y al formarse los coagulos, precipitan al fondo de los decantadores.
Posteriormente, el agua recorre unos 100 m de largo del decantador para pasar a los vertedores que conducen al canal colector, donde se le agrega cal, para neutralizar la acidez que provoca el coagulante al agua y de esa manera queda neutralizada. Luego el agua continúa su recorrido para pasar al proceso de filtración, donde se logra que el agua quede totalmente cristalina, antes de pasar a las reservas subterráneas de la planta potabilizadora. Una vez allí, se agrega una dosis variable de cloro, que es establecida en el laboratorio, para eliminar el resto de las bacterias que todavía pudieran quedar después de todo el proceso.
Ahora sí, el agua está lista para el consumo y mediante bombas impelentes el agua pasará a los ríos subterráneos (enormes caños de casi 5 metros de diámetro) que la conducirán a Estaciones elevadoras que distribuyen el agua a los caños domiciliarios.
Por todo lo que significa este complejo y largo proceso que permite que tengamos agua apta para el consumo y que en esta nota te damos a conocer, esperamos que haya sido útil y aprendas a cuidarla.
Susana Espósito - Publicada el Miércoles 04/06/14 - 5176 caracteres
|