El saneamiento del Riachuelo

La historia del Riachuelo es casi tan larga como su cuenca, de 64 kilómetros, nace en el partido de Cañuelas bajo el nombre de Río Matanza, atraviesa 11 partidos de la Provincia de Buenos Aires y el límite con la Capital Federal, pasa a llamarse Riachuelo. Allí estuvo el primer puerto natural de la ciudad desde fines del siglo XVI hasta fines del siglo XIX.

La primera señal de industrialización en Buenos Aires fue la instalación. a mediados del siglo XIX, de saladeros y barracas de acopio a ambas márgenes del Riachuelo. Ya en 1887, la Corte Suprema debió fallar en una acción contra los saladeristas por "la pestilencia y los olores" que su actividad ocasionaba en la zona. Estos fueron los primeros signos de contaminación del Riachuelo.

En 1871, luego de que en Buenos Aires una epidemia de fiebre amarilla causó 14.000 muertes, las autoridades sanitarias acusaron al Riachuelo y ordenaron retirar todas las industrias que se habían asentado en las márgenes del río. En poco tiempo las aguas se depuraron un tanto, pero no duró mucho, ya que en 1884 se instaló el primer frigorífico, La Negra. Fue el comienzo de una era de desarrollo industrial en la que los frigoríficos tomaron la delantera. Poco a poco, se llenó de nuevas empresas.

Pasaron los años, la contaminación aumentó y el 4 de enero de 1993, la entonces Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano anunció que en mil días todos podrían nadar y pescar en el Riachuelo. Para enfatizar el mensaje, el ex presidente Carlos Menem se colocó en una de las márgenes y dijo: "Argentinos, poned las manos en el Riachuelo, volviéndolas a poner, las sacaremos limpias, como se merece este curso de agua".

Todas fueron palabras que se llevó el viento y poco se ha hecho al respecto, por eso, ahora, según las evaluaciones de Greenpeace y resultados que maneja la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), todavía no arrojan un saldo positivo y eso afecta no solo al ambiente sino también a otras personas cuya relación con el agua es vital.

En los 64 kilómetros que recorre y la multiplicidad de partidos que atraviesa, la cuenca del Riachuelo -Matanza está sujeta a un intensivo uso industrial y doméstico de sus aguas, el tipo de contaminantes que se encuentran en los análisis, aunque desiguales- por proporción en muestra -según se trate de la cuenca alta, media y baja, revelan que casi el 70 por ciento de su polución es de tipo industrial. En partes medias y altas de la cuenca la población de barrios localizados a pocos kilómetros del río toma agua de pozos subterráneos conectados con el río en épocas de crecida, es decir con altos niveles de contaminación.

Se registran en la actualidad muchas consultas por sintomatología de enfermedades vinculadas con el agua y eso tiene relación directa entre los efluentes industriales y domésticos con algunas de esas enfermedades.

Si se dejara de contaminar de manera progresiva y se limpiara el lecho adecuadamente, librado el río a su propia dinámica, las masas de agua contaminada se irían desplazando al Río de la Plata y en un lapso no mayor a diez años acabarían diluidas en el Atlántico.

Quienes padecen en forma directa las consecuencias de la contaminación del Riachuelo siguen esperando una respuesta favorable del gobierno, para dar solución a un tema que es de vital importancia y debe ser prioritario.

Susana Espósito - Publicada el 15/02/13 - 3360 caracteres