La importancia de las rejas

En los últimos años las rejas que se colocaron en varias plazas de la ciudad, han sido motivo de discusión entre los vecinos que estuvieron de acuerdo y los que rechazaron el enrejado. Sin embargo, esa fue una manera de proteger estos espacios públicos de los permanentes actos de vandalismo que sufría el mobiliario urbano, los juegos para chicos y también los monumentos.

Hace pocos días, caminando por la bellísima Plaza San Martín, en el barrio de Retiro, me acerqué al Monumento que rinde homenaje al Libertador y giré a su alrededor para disfrutar de esos relieves que rodean su basamento, recordando las heroicas batallas en las que además de San Martín, participaron otros patriotas, en esas luchas por la independencia. De pronto un olor nauseabundo a orina, hacía imposible seguir allí, apreciando ese magnífico monumento, pero antes de retirarme, subí las escaleras para ver si había gatos o algún otro animal que hubiese orinado y me encontré con la sorpresa de cinco hombres, durmiendo allí, en medio de sus propias orinadas...

Esta no es la primera vez que pasa esto en la Plaza San Martín y lo triste es que no hay ningún tipo de vigilancia ni nadie que saque a esas personas del lugar. Da mucha pena ver a la gente en situación de calle, durmiendo a cielo abierto en las frías noches de invierno, pero lo cierto es que los derechos de unos terminan donde comienzan los de los demás. Hay que hacer algo, hacerles comprender que si no tienen vivienda deben ir a dormir a los refugios que ofrece el gobierno de la ciudad, pero además, prohibir que usen los monumentos como dormitorios y baños, lo mismo ocurre en el perímetro de la Plaza de Mayo y en las recovas, sobre Paseo Colón, entre otros tantos espacios públicos de la ciudad.

También en la citada Plaza, donde es una maravilla ver el césped perfectamente cortado, había un basural en varios canteros, vasos de telgopor, botellas de gaseosas y restos de comidas, "señoras" que permiten a sus perros dejar allí sus excrementos, ignorando la existencia del canil y mientras tanto, los empleados que se ocupan de la limpieza de los parques, van limpiando y soportando semejante falta de respeto.

Teniendo en cuenta esto que está a la vista de todos, tampoco se les ocurrió poner algún baño químico, para que el monumento no sea el lugar elegido para esos fines?

Hoy, después de muchos años, repaso mentalmente y veo cómo las rejas fueron adquiriendo importancia para otros fines: para poner presos a los delincuentes detrás de ellas, las de las puertas cancel para evitar que los extraños ingresen a las casas, las de corralitos para proteger a los bebitos y también ahora, como un remedio necesario para proteger esos espacios públicos que son de todos, pero pocos respetan y también en las casas que se deben enrejar para sentirnos un poco más seguros, aunque lamentablemente, no son garantía de inviolabilidad.

Tal vez valga la pena repensar su uso y que nuevamente sirvan para poner detrás de ellas a quienes generan tanta inseguridad, a los corruptos que estafan a quienes trabajan y pagan sus impuestos y para proteger esos monumentos que rinden homenaje a los patriotas que pensaron un futuro mejor, ese futuro que es hoy, muy distinto al que ellos soñaron y por el que tanto lucharon.

Susana Espósito - Publicada el 12/10/13 - 3527 caracteres