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El Obelisco amarillo y blanco
El Martes 19 de marzo de 2013, con motivo de la Asunción del Papa Francisco, el gobierno porteño decidió vestir al obelisco con una bandera con los colores del Vaticano (blanca y amarilla), como una forma más de homenajear el ex Cardenal, Jorge Mario Bergoglio.
La iniciativa fue del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que también dispuso asueto escolar en el turno mañana, del día martes, y se colocaron las pantallas gigantes en el entorno de la Catedral Metropolitana, para que los fieles y todos aquellos que desearan compartir la ceremonia de entronización del nuevo Papa, pudieran seguirla mediante las mismas.
También se iluminaron con luces amarillas y blancas, la Pirámide de Mayo, el Monumento a La Carta Magna y las Cuatro Regiones Argentinas, ubicado en la intersección de las avenidas Del Libertador y Sarmiento y más conocido como el Monumento de los Españoles.
Algunos jóvenes y no tan jóvenes participaron de una vigilia de oración desde la noche anterior al martes, hubo también algunos espectáculos acompañando la previa a la ceremonia que se realizaría en el Vaticano y uno de los cantantes que participó, fue Axel.
La mayor sorpresa fue el saludo de Bergoglio, aproximadamente a las 3.30 de la madrugada, cuando por medio de un teléfono conectado a los parlantes, se dirigió a todos los que se encontraban en Plaza de Mayo y a los argentinos en general, muy afectuosamente, agradeciendo que estuviesen allí, orando, les pidió que se cuiden entre todos, que no haya odios ni envidias, "que no saquen el cuero a nadie" y como es su costumbre, pidió que oren por él.
El martes fue un día de muchas emociones, un día histórico que da comienzo a un período de cambios, que serán producto del accionar de nuestro Papa Francisco, con la prédica de su ejemplo e inspirándonos a seguirlo.
Susana Espósito - Publicada el 22/03/13 - 1832 caracteres
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