Hubo 29 muertes por monóxido de carbono
Desde que comenzaron los primeros fríos del año hubo 29 muertes por inhalación de monóxido de carbono, superando las muertes por influenza, que hasta el momento han sido 23.
Todos los años se alerta a los ciudadanos acerca del peligro que representa el uso de estufas y otros artefactos que funcionan con gas, dando a conocer las medidas de prevención para que no ocurran tragedias, pero estos hechos siguen ocurriendo.
Las 29 muertes fueron la consecuencia de inhalar monóxido de carbono por el mal funcionamiento de estufas o calderas para calefaccionar la casa, pero además hubo 64 casos de intoxicación por el mismo motivo.
Este tema no sólo afecta a los hogares de más bajos recursos. Hace algunos días, se conoció el caso de la muerte de una nena de 5 años en un country de la localidad bonaerense de General Pacheco. Un desperfecto en la caldera habría producido la intoxicación de toda la familia del barrio cerrado Talar del Lago 1. Cuando uno de los integrantes de la familia se despertó el domingo, se dio cuenta de que los padres y los tres hermanos estaban desmayados. Enseguida se comunicó con un familiar para pedir ayuda. La nena falleció y el resto de la familia se está recuperando.
“Tener una llama encendida, en un lugar cerrado donde no entra aire, se convierte en una terrible amenaza. Es fundamental empezar a tomar conciencia de ventilar los ambientes", dijo Juan Carr, de Red Solidaria, que ha organizado una acción llamada "Ventana Abierta"; una propuesta que consiste en abrir 5 cm la ventana más cercana, en los hogares, oficinas, escuelas u hospitales.
El monóxido de carbono es un gas tóxico, incoloro y sin olor producido por la combustión de gas, leña, nafta o carbón. Por eso, hay que tomar precauciones al utilizar estufas, hogares a leña, braseros, calderas y hornallas para calefaccionar la vivienda.
Al ingresar en nuestro organismo, el gas ocupa el lugar del oxígeno en nuestra hemoglobina [proteína transportadora de oxígeno en los glóbulos rojos], por lo que deja a la sangre sin posibilidad de ofrecerles oxígeno a nuestros tejidos. Esto genera la intoxicación", precisó en un informe sobre prevención de esta amenaza invernal la doctora Silvana Malnis, del Servicio de Neumonología del Hospital Alemán.
Los síntomas de intoxicación son dolor de cabeza, náuseas, mareos, debilidad y hasta pérdida de conocimiento. Si una persona inhaló monóxido de carbono, hay que llevarla rápido al hospital más cercano o llamar a emergencias para que pueda recibir oxígeno lo antes posible.
Susana Espósito - Publicada el 10/07/13 - 2549 caracteres
|