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Falleció un grande de la historieta
El jueves 28 de marzo, a los 83 años, falleció el historietista Manuel García Ferré, creador de tantos personajes que acompañaron los felices momentos de la infancia de las últimas generaciones.
García Ferré, se encontraba internado en el Hospital Alemán, en el barrio de Recoleta, donde le habían practicado una operación de corazón y debido a ciertas complicaciones derivadas de la misma, se produjo su deceso. Sus restos fueron inhumados en el cementerio Jardín de Paz en Pilar.
Aunque nació en Almería (España), vivió la mayor parte de su vida en Argentina, donde desarrolló su vasta carrera, creando tiernos personajes que atraparon a chicos y a grandes, porque como alguna vez, él mismo dijo:
"Mis personajes tienen un fin didáctico o moralizador porque expresan ternura y sabiduría en lugar de violencia o expresiones de mal gusto. Creo que haber sufrido la Guerra Civil Española hizo surgir en mí la idea de buscar personajes que fueran símbolos de comprensión y paz".
Sus creaciones han sido: Hijitus, Anteojito, Antifaz, Pichichus, Calculín, Oaky, Gold Silver, el Comisario de Trulalá, El Boxitracio, el Dragón Cantor, Kechum, el Hada Patricia, Manuelo, Trapito y los malos (Neurus, Pucho, Serrucho, la bruja Cachavacha, Bodegga y Rapiño, Ruin el Servil, Gutiérrez, Raimundo, Dedo Negro, Ratonius Ratus, Granhampa). El libro gordo de Petete, concebido como una ayuda escolar para los niños.
También, junto con María Elena Walsh, llevaron al cine las andanzas de la tortuga Manuelita. La película, vista por casi dos millones y medio de personas en 1999, fue elegida para representar ese año a la Argentina en la carrera por el Oscar.
En 2009, la legislatura de la ciudad de Buenos Aires lo declaró Ciudadano Ilustre mediante la ley nº3.150. Se realizó una ceremonia con la presencia del dibujante y otras autoridades comunales.
El viernes 21 de septiembre de 2012, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, inauguró junto al artista Manuel García Ferré, la estatua de Larguirucho, en el marco de un nuevo emplazamiento del Paseo de la Historieta en el barrio de Monserrat. Un Larguirucho que allí quedará, en esa esquina, mirando a lo lejos, como esperando ver llegar a su creador que ya no vendrá.
Este hombre con alma de niño, aún soñaba con nuevos proyectos, después de su último trabajo cinematográfico, Soledad y Larguirucho, en el que se había lanzado por primera vez a experimentar con la mezcla entre animación y personajes de carne y hueso.
Quién podría olvidarse del creador de Anteojito y su tío Antifaz, o de Hijitus y Larguirucho? Sería imposible porque la ternura que dio vida a sus personajes, hará que siga siendo recordado y permanezca vivo en los corazones de quienes disfrutamos de sus historietas.
Susana Espósito - Publicada el 01/04/13 - 2768 caracteres
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