Récord de divorcios
Juran amarse y respetarse hasta que la muerte los separe? Esa era la pregunta de rigor que debería suprimirse porque se está jurando en vano y es un grave pecado.
En la última década hubo más de medio millón de divorcios, una cifra a la que debería agregarse la separación de hecho, ya que muchos no inician trámites de divorcio, simplemente por una conveniencia económica.
Hace poco tiempo, escuché a un hombre que relataba lo que respondió cuando el juez del registro civil le hizo la pregunta del millón: -jura amarla y respetarla por el resto de su vida? y el respondió: - Eso no puedo garantizarlo, hoy la amo y quiero casarme con ella.
Me pareció muy honesto y así debería ser aceptado, ya que las evidencias nos demuestran que en la actualidad, casi ningún matrimonio dura para toda la vida.
La ley de divorcio vincular fue sancionada en 1987. Según los datos del último censo, entre 2001 y 2010 hubo un total de 564.396 separaciones legales.
En la década de los 80 se producían 114 divorcios diarios. En la década del 90 pasaron a ser 87 por día. En cambio, entre 2001 y 2010, hubo a razón de 172 divorcios diarios. Entonces, ¿cuánto dura el amor? Menos de seis años. Según estadísticas judiciales en la ciudad de Buenos Aires el 54% de las parejas que se divorciaron durante 2010 llevaban menos de diez años juntos; el 34%, menos de seis.
Según el último censo, hoy son 1.764.400 los divorciados en el país. Los casamientos están en baja y los divorcios, en alza. En la Capital, por cada dos casamientos hubo un divorcio.
Otro dato interesante, aportado por algunos abogados, que por estos días, viven la temporada alta de divorcios, dicen que "Uno de cada tres se produce después de las vacaciones".
Tal vez sea que los tiempos han cambiado, la mujer ya no depende económicamente del hombre y además se siente más liberada en todos los aspectos. Antes las infidelidades eran casi privativas del hombre y actualmente, muchas mujeres, en su necesidad de sentirse seductoras, también prueban su capacidad de atraer a otro y así sentirse halagadas y poder sentir la adrenalina que genera la clandestinidad, esos encuentros amorosos a escondidas que las hacen sentir en su plenitud como mujeres y en igualdad con los hombres.
Lamentablemente, también debemos decir que se ha perdido la escala de valores, porque en muchos casos, los divorcios afectan a los hijos, que suelen convertirse en trofeos de guerra, pero lo cierto es que hoy, nadie está dispuesto a atarse de por vida a una persona y se piensa de una manera un tanto egoísta, que la vida es una sola y hay que vivirla, cueste lo que cueste...
Susana Espósito - Publicada el 04/03/12 - 2622 caracteres
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