Grafitis en el subterráneo
¿el vandalismo es arte?

Desde hace bastante tiempo podemos observar en muchas fachadas o persianas de garages, de distintos barrios de Buenos Aires, grafitis pintados por artistas callejeros que intentan plasmar lo que ellos consideran "su arte", para que pueda ser visto por todos los que pasen por allí.

Algunos de estos jóvenes piden permiso para intervenir los espacios e incluso no falta algún vecino que les pida que pinten su fachada o persiana de un local, pero el tema es que desde hace algunos meses, el grafiti se extendió a los subterráneos y al Premetro, sin pedir ningún permiso y ya han pintado con sus aerosoles más de cuatrocientas formaciones, de un total de 567 que están en funcionamiento.

Aparentemente los "artistas" quedan escondidos en los vagones o burlando la seguridad de las estaciones, abren las puertas, ingresan y una vez en el lugar, pintan con gran colorido las formaciones, y en más de una oportunidad, también lo hacen con los vidrios de las ventanillas, que luego impiden la vista hacia afuera.

Uno de los argumentos es que en los talleres donde se guardan los trenes durante la noche, hay muy poca seguridad y esto es aprovechado por los autores de los grafitis, pero aunque parezca una travesura de chicos, esto nos hace pensar que al igual que ingresan para pintar, también pueden ingresar personas a dañar el funcionamiento de las formaciones, a poner una bomba y provocar un atentado que terminaría en una gran tragedia.

La empresa Metrovías dice que en este momento es "imposible económicamente" repintar los vagones, ya que les cuesta entre 35.000 y 40.000 pesos remozar a cada uno de ellos, por lo tanto, lo único que se hace es mantener despejadas las ventanas del maquinista y el número de formación, que es importante por cuestiones operativas, pero no hay dinero para limpiar el resto. Los pocos fondos con que cuentan son para mantener el sistema funcionando.

Susana Espósito - Publicada el 29/10/12 - 1906 caracteres