OPCIONES DEL MENU:
  • Home
  • Noticias de la Ciudad
  • Historia de la Ciudad
  • Barrios Porteños
  • Edificios destacados
  • Monumentos
  • Turismo en la Ciudad
  • Poco conocido
  • Costumbres Porteñas
  • Filete Porteño
  • Antiguos oficios
  • Qué es el Tango?
  • Qué es la Milonga?
  • Cena Show
  • Contacto

    contador de visitas
    Contador de visitas
    Web económica Sevilla
  • Día del Inmigrante

    Establecido por decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 21.430 de 1949 se instituyó el 4 de Septiembre como Día del Inmigrante, recordando que en esa fecha, en el año 1812, el primer Triunvirato firmó un decreto en el que decía que "el gobierno ofrece su inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio".

    De esta forma la República Argentina abrió sus fronteras a los inmigrantes de cualquier parte del mundo que quisiesen vivir en este suelo y la Constitución de 1853 en su Prólogo, también hace referencia a "todos los habitantes del mundo que quieran habitar el suelo argentino".

    Así fue que nuestro país se fue formando por inmigrantes provenientes de distintos países, que abandonaban su Patria, en muchos casos escapando de la guerra y la Argentina se convirtió en un crisol de razas, que en el caso de la ciudad de Buenos Aires, fue dando a cada barrio su propia identidad, algo que nos diferencia de otras ciudades del mundo.

    Los inmigrantes arribaban al puerto de Buenos Aires y eran alojados en el Hotel de Inmigrantes, en el barrio de Retiro. El complejo estaba conformado por diversos pabellones destinados al desembarco, colocación, administración, atención médica, servicios, alojamiento y traslado de los inmigrantes. Es una construcción de cuatro pisos, de hormigón armado, con espacios amplios dispuestos a ambos lados de un corredor central.

    En la planta baja estaba el comedor, con grandes ventanales hacia el jardín, la cocina y las dependencias auxiliares y en los pisos superiores los dormitorios, que eran cuatro por piso, con una capacidad para doscientas cincuenta personas cada uno, lo que significa que en el hotel podían dormir cuatro mil personas.

    A los inmigrantes los despertaban las celadoras, muy temprano. El desayuno consistía en café con leche, mate cocido y pan horneado en la panadería del hotel.

    Durante la mañana, las mujeres se dedicaban a los quehaceres domésticos, como el lavado de la ropa en los lavaderos, o el cuidado de los niños, mientras los hombres gestionaban su colocación en la oficina de trabajo.

    Se habían dispuesto turnos de almuerzo de hasta mil personas cada uno. Al toque de una campana, los inmigrantes se agrupaban en la entrada del comedor para ingresar y ubicarse en las largas mesas a esperar su almuerzo. Este consistía, generalmente, en un plato de sopa abundante, y guiso con carne, puchero, pastas, arroz o estofado.

    A las tres de la tarde a los niños se les daba la merienda. A partir de las seis comenzaban los turnos para la cena, y desde las siete quedaban abiertos los dormitorios.

    Cuando ellos llegaban al hotel, se les entregaba un número que les servía para entrar y salir libremente, y conocer de a poco la ciudad.

    El alojamiento, gratuito, era por cinco días, por "Reglamento", pero generalmente se extendía por caso de enfermedad o de no haber conseguido un empleo.

    Feliz día del Inmigrante!


    Susana Espósito - Publicada el 04/09/12 - 2956 caracteres