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Los cruceros que llegan a la ciudad
Cada año son más los cruceros de lujo que arriban al puerto de la ciudad de Buenos Aires y según estadísticas del gobierno de la ciudad, se han quintuplicado en los últimos cinco años, estimándose que en esta temporada arribarán aproximadamente 330.000 pasajeros que viajan en los mismos y visitarán la Reina del Plata para disfrutar de variados paseos, harán compras, probarán nuestra gastronomía y asistirán a shows de tango, entre otras posibilidades.
Buenos aires es una de las pocas ciudades donde los cruceros pasan 48 horas, dando la posibilidad de que los pasajeros tengan tiempo para realizar alguna de las actividades que más les interese.
La Terminal de Cruceros, Benito Quinquela Martín, tiene una capacidad para atender 12.000 pasajeros diarios y albergar buques que superen los 300 metros de eslora. Las obras que están proyectadas prevén aumentar la superficie total de los 11.487 metros cuadrados actuales a 12.785 m2, y la construcción de un edificio de 10.000 m2 cubiertos que ya está operando para atender a los pasajeros. Con respecto a la ampliación del tercer espigón, está previsto extender el lado norte y demoler el lado sur, a fin de permitir una mayor verticalidad del muelle. La zona de la Dársena A, en tanto, tendrá un sitio de atraque con prioridad para cruceros de menos de 200 metros de eslora.
"Buenos Aires se consolidó en los itinerarios de los cruceros porque los turistas disfrutan de alta mar, pero también les interesan los destinos que pueden conocerse; es muy atractivo combinar Buenos Aires con puertos de Brasil o de la Patagonia", expresó el ministro de Cultura y titular del Ente de Turismo del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi.
"Para nosotros es realmente muy importante, no sólo por el impacto económico, sino también porque el turista que llega en un crucero después vuelve a la ciudad", explicó Lombardi. En cinco años, la afluencia de cruceristas a Buenos Aires se quintuplicó, aunque esta temporada será levemente más baja que la anterior por la crisis económica internacional.
En este contexto, la ampliación del tercer espigón nació de un apuro. El año pasado, la gran cantidad de cruceros hizo colapsar el puerto de Buenos Aires, que no contaba con una estación naviera a las alturas de las circunstancias.
"Hoy es un punto de referencia para los cruceros, y la terminal tuvo que mejorarse mucho porque no había espacio, era muy chica para la gran cantidad de pasajeros y el calado de los buques", expresó Noelia Shulz, de la empresa Costa Cruceros, que, este año, traerá en el Costa Fortuna y otros barcos unos 65.000 turistas a Buenos Aires.
"Tenemos prácticamente todo vendido. Los brasileños quieren venir a Buenos Aires para salir de noche, comer y hacer el clásico tour de compras, y los argentinos viajan cada vez más en cruceros; es uno de los mercados que más creció", acotó Shulz.
El Costa Fortuna es uno de los cruceros más grandes que operará este año en el puerto porteño. Es un gigante con todas las comodidades de un hotel cinco estrellas.
Piscinas, casino, discos, restaurantes y hasta un tobogán de agua para los chicos en la cubierta aseguran a los turistas una estada sin preocuparse por nada. "En el crucero, la idea es que la gente se olvide de la vida normal", explica el cruise director de Costa Fortuna, Tiago Cesar.
El viaje promedio es de ocho noches. Los cruceros parten de Río de Janeiro o de Buenos Aires y hacen escala en el puerto de Santos y Portobello, en Brasil, y en Punta del Este, Uruguay. En el camino, la gente puede disfrutar de espectáculos, de las piscinas, del spa, del gimnasio. "En el crucero se come mucho, todos se quejan de que volvieron gordos, pero también está el gimnasio", confiesa Shulz.
Susana Espósito - Noticia publicada el: 28/01/11 - (Cantidad de caracteres: 3746)
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